Cada día que pasa analizamos las relaciones de pareja sin ser conscientes de lo que realmente ocultan. Parejas llenas de ilusiones, de deseos compartidos y de sinceridad… ¿pero es auténtica esa sinceridad o cerramos los ojos al amor, ajenos a la cruda realidad?
Dicen que la fidelidad esta pasada de moda. Los compromisos morales dentro de las relaciones se hacen patentes siendo elemento fundamental de estas. Sin fidelidad no existe respeto. Sin respeto no hay confianza. Sin confianza no hay compromiso.
Los hombres fieles achacan este don al gran amor que profesan hacia su pareja… mientras que los infieles se defienden, argumentando su desaire, con las circunstancias y las oportunidades que se presentan.
¿Son los hombres fieles por el sentimiento que albergan hacia sus parejas o por falta de oportunidades? Si tuviéramos oportunidades por igual y las circunstancias fueran las apropiadas… ¿habría más libertinaje disfrazado en secretos e ignorancia en lo que a las relaciones se refiere?
Los hombres en general son capaces de tener un “affaire” con otra mujer y volver a casa como si nada hubiera pasado… Únicamente queda un fino hilo de miedo a ser descubierto. ¿Pero es ese miedo a las reprimendas el que nos hace aferrarnos a nuestro respeto por la pareja? De lo contario, si supiéramos con certeza que nuestro “desliz” nunca se descubriría… ¿existirían más infidelidades?
¿Somos nosotros mismos o, simplemente… oportunidades, miedos y circunstancias?